– No me gusta la verdura
– No quiero comer espinacas…
Cuántas veces habrás oído eso en casa.
Si a muchos adultos les cuesta comer verduras, imagínate los niños.
Ellos son caprichosos con la comida y quieren comer sólo eso que les gusta, lo que conocen.
Yo no tengo hijos (aún) pero hay personas que me han pedido consejo para hacer que sus hijos coman más verduras. Así que he estado leyendo, me he estado informando y he descubierto formulas para hacer que los niños coman verduras.
Tengo dos noticias, una buena y una mala.
La buena noticia es que no es imposible.
La mala es que requiere de la persistencia y constancia de los padres.
No es fácil. Pero si quieres conseguirlo al final saldrás triunfante.
11 maneras de hacer que los niños coman verduras
1. Dar ejemplo
La primera y mejor forma de que los niños coman verduras es dando ejemplo.
Los niños son pequeños imitadores. Si te ven comiendo verduras ellos acabaran comiéndolas.
No puedes decirle a un niño que se coma el brócoli si tu no te lo comes. Si lo último que piensas es en comer verduras es difícil esperar que tus hijos quieran hacerlo.
Los niños comen lo que ven y si en casa no hay verduras ¿cómo van a saber si quiera que existen?
2. Hacer la comida divertida
Para los niños todo es un juego, incluso la hora de comer.
Puedes inventarte juegos con tus hijos para que coman esa verdura que no quieren.
Si le dices que es un dinosaurio y que se tiene que comer cuatro arbolitos para escapar de un tiranosaurus rex, de repente el brocoli se vuelve más interesante.
Relaciona la comida con las cosas que le gusten, convertirlo en un juego será una forma de conseguir que coma más verdura.
3. Hazlos partícipes
Los niños están más interesados en la comida si ayudan a prepararla.
Ve al supermercado con los niños y que ellos elijan verduras que les guste o que les apetezca probar.
Si tienes cerca alguna huerto al que puedas ir sería perfecto para que los niños vean de donde salen las verduras y que ellos mismos puedan recogerlas. Estarán super contentos cuando llegue la hora de comerlas.
Deja que te ayuden a lavar la verdura o a pelar los guisantes, cosas que puedan hacer. Se las comerán con muchísimo gusto si son ellos quienes las han preparado.
4. La regla de un mordisco
Se ha demostrado que los niños que rechazan algún alimento tienen que probarlos al menos 8-10 veces para que lleguen a aceptarlo.
La regla de un mordisco es genial, ya que si tu hijo rechaza una verdura cada vez que toque comerla tiene que darle aunque sea un sólo bocado. Después de suficientes pruebas comenzará a tolerarla o realmente es que no le gusta.
5. No los obligues a terminarse el plato
Un mordisco es muy diferente de terminarse el plato.
Lo peor que podemos hacer es obligar a los niños a comer un alimento que no le gusta. Con esto lo que se consigue es que lo aborrezcan más.
La lucha por la comida y los castigos crean una experiencia negativa con la comida y el niño lo asociará con malos momentos. Así la hora de la comida se convertirá en un suplicio.
Intenta que cumpla la regla de un mordisco pero no inicies una pelea por que se acabe el plato.
6. Recompensa el buen comportamiento
Por otro lado, si recompensas a tu hijo cuando se ha comido un plato entero de verdura que era la primera vez que probaba o ha comido espinacas por iniciativa propia, crearás experiencias positivas en torno a la comida.
Dale un paquete de pegatinas, déjalo que elija el postre o que mañana esté un rato más en el parque.
Con esta actitud tus hijos serán más positivos en todo lo relacionado con la comida.
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7. Entenderlos
Los niños no ven el mundo como los mayores.
Ellos tienen valores muy diferentes.
No les importa que la verdura sea saludable, no conseguirás nada diciéndole eso.
Tienes que ponerte en su piel. En lugar de decirle que tiene que comer brocoli porque es sano o “porque lo digo yo”, dile que le ayudará a crecer y que le hará grande y fuerte. Eso lo entenderá mejor que si le hablamos de cosas sanas.
8. Ponle color
A los niños les encanta el color.
Ponles verduras de diferentes colores, si siempre comen verde acabarán aburridos. Añade más verduras diferentes en sus platos.
9. Coloca la comida de forma apetecible
Pon la comida en montañitas separadas de diferentes alimentos. O haz una cara sonriente o un corazón. O si tienes un poco de arte haz figuras de animales o muñecos.
A los niños les llama mucho la atención estas cosas y como se estarán divirtiendo se comerán la comida casi sin darse cuenta.
10. Dale chispa a la verdura
Si a ti la verdura hervida sola sin nada más no te resulta apetecible te puedo asegurar que a tus hijos tampoco.
Ponle un poquito de ajo sofrito, un poquito de bacon, unas pasas… ¡Dale sabor!
Si haces coliflor y la gratinas con un poco de bechamel y queso seguro que se la comerán más a gusto que solo hervida, igual que tu ¿no es cierto?
Si con eso consigues que se coman las espinacas no pasa absolutamente nada porque tomen alguna caloría de más.
11. Se firme
Algunos niños serán más complicados que otros y requerirán más esfuerzo y paciencia.
Los hábitos que desarrollan pronto permanecerán con ellos hasta que sean adultos. Así que por su bien vale la pena ser firme y no dejar que coman sólo lo que a ellos les apetezca.
Sigue siendo un buen ejemplo para ellos, que se diviertan comiendo, crea experiencias positivas, cumple siempre la regla del mordisco… Haz todo lo que esté en tus manos para que coman bien y les guste hacerlo.
Tu persistencia dará sus frutos.
Cómo “esconder” verdura en su comida
Si tus niños son muy testarudos con la verdura hay muchas formas de camuflarla para que se la coman.
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Pizza
A todos los niños les gusta la pizza. Hazles pizza casera y ponle champiñones o espinacas, con el tomate y cubierto por el queso fundido casi ni se darán cuenta
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Pasta
Otra comida por excelencia favorita de los niños. En la salsa de tomate añade verduras trituradas, como calabacín, zanahoria… no lo notarán y se las comerán tan a gusto.
También les puedes hacer tallarines de calabacín. Lo cortas a tiras, lo salteas un poco y le añades una salsa ¡riquísimo!
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Patatas fritas
¿A qué niño no le gustan las patatas fritas? Pues puedes hacerles “patatas” de muchos vegetales.
Trocea calabacín, berenjena, zanahoria… en forma de bastones, los riegas con un hilo de aceite, los espolvoreas con un poco de queso en polvo y los metes al horno.
Tendrás unas “patatas fritas” muy sanas y que a los niños les encantarán.
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Bizcochos
La mejor merienda es un bizcocho casero. La cara de este niño con su bizcotaza lo dice todo.
Pues a estos bizcochos caseros le podemos añadir verdura.
Como la famosa tarta de zanahoria. También hay tartas de chocolate con remolacha o brownies con calabacín.
Los niños no lo notarán y además tienen un sabor exquisito.
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Batidos
Prepara un batido de frutas al que le puedes añadir aguacate, espinacas, zanahoria…
Ahora que están tan de moda, háztelo para ti y para tus hijos, con estos colores seguro que les apetecerá mucho probarlos.
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Hamburguesas y albondigas:
Mezcla con la carne trocitos muy pequeños de las verduras que quieras.
No deja de ser una hamburguesa que se la va a comer con todas las ganas del mundo.
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Imaginación:
Ponle imaginación.
Hay muchas formas de poder ocultar verdura en sus comidas favoritas.
Seguro que se te ocurren unas ideas increíbles.
Con todos estos trucos espero que te sean de ayuda para que tus niños coman verduras. Seguro que tu también tienes truquitos de estos ¡Cuéntamelos!
¡Ah! Y por si no lo has visto, hace unos días te conté como organizarte con los almuerzos de los niños. Si te [thrive_2step id=’203′]suscribes[/thrive_2step] tendrás en tu correo unas plantillas descargables muy bonitas y útiles para organizarte ¿A que estás esperando?